29 noviembre 2007

Llamadme Holdem, Richard Holdem (2)

"Words without actions are the assassins of idealism." Herbert Hoover

El jueves pasado la emision del capitulo de la biografia del inclito Richard Holdem fue saboteada. Nuestro equipo de documentalistas y reporteros de investigacion sigue adentrandose en la vida de esta estrella de la baraja y el descubrimiento que por fin ponemos hoy en las ondas es autenticamente demoledor. El jueves pasado, cuando todo estaba listo para salir al aire, un rayo sobrecargo el servidor y frio el router. Todo parecia una simple casualidad inoportuna, pero la importancia de la informacion que desvelamos a continuacion puso a uno de nuestros reporteros sobre la pista de una nueva investigacion. Pero eso sera despues, estamos terminando nuestras pesquisas sobre "el rayo de la muerte" y proximamente se lo contaremos. Pero hoy, con ustedes Richard Holdem.


Con el fulgurante punto de partida que supuso el nacimiento tan especial que relatamos en el episodio anterior, la familia Holdem tenia la absoluta certeza de que Richard llegaria lejos. Especial fe tenia su madre, Ethel, que en esos primeros años afirmaba ante la familia disponer de informacion precisa sobre el futuro de su hijo. Alrededor de esa informacion, que la madre afirmaba desvelaria cuando fuera el momento, los Holdem decicidieron proporcionarle una educacion de maximo nivel. Lo que en aquellos años se llamaba "una educacion presidencial".
Conviene aclarar que corrian los años 30 y nadie hubiera creido que algun dia los idiotas dominarian la nacion. A pesar que en 1930, durante la gestacion de Richard, el presidente Herbert Hoover habia dado pistas al predicar que la gran depresion solo era "un pequeño bache economico que pasara sin mas" mientras una avioneta escribia en el cielo «La prosperidad está a la vuelta de la esquina»(1).
Pero en aquellos años la figura presidencial aun imponia su aura de respeto y a nadie parecio inquietarle las muestras de falta de inteligencia de Hoover.

Sigamos con el joven Richard, luego volverermos a la conjura de los idiotas. el joven Holdem fue inscrito con los mejores tutores, prepararado para una vida de exito y fama. De todas sus actividades el niño se mostro especialmente habil con el piano. Esto lleno de alegria a su madre, Ethel, que vio en la habilidad pianistica de Richard la confirmacion de su fe en el futuro del joven.
Durante el primer, y exitoso, recital de Richard su madre desvelo a su esposo que la certeza sobre el destino de su hijo se basaba el la profecia hecha por una feriante gitana antes del nacimiento.
Ethel acudio a la feria local junto a Mama Rice, el ama de llaves de la familia. Alejada del bullicio central habia una tienda de vistosos colores que llamo su atencion. Dentro una zingara vieja y de aguileña nariz predijo el futuro del niño que habitaba el vientre de Ethel:
"Sera un gran pianista y llegara a presidente de los Estados Unidos de America"
Aquello lleno de alegria a la madre de Richard, aunque extrañamente en su trance la gitana dijo algo de una mujer negra, pero eso a Ethel, como buena dama del sur, le parecio un delirio. Incluso cuando abandonaban la tienda, la madre de Richard y su ama Mama Rice bromearon sobre lo absurdo de aquel desliz de la pitonisa. Al final Ethel se rio diciendo que ademas, una mujer negra nunca podria tocar bien el piano, mucho menos llegar a presidente.

Aquel primer recital de Richard, y la informacion desvelada por la madre, llevaron a la familia a buscar rapidamente un futuro universitario y de prestigio para Richard.
La decision fue Stanford, el alma mater del entonces presidente Herbert Hoover. Pero el destino de Richard girara inesperadamente con un encuentro fortuito, y Stanford quedara fuera de su vida.
En una de las ultimas entrevistas a la anciana Ethel decia:
"Mi hijo tuvo durante sus primeros años un futuro brillante que no quiso ver."

Sin duda Richard Holdem pudo ir a la universidad de Stanford, incluso puede que alli hubiera entrado en la Hoover Institution, y hubiera ocupado un lugar de privilegio en la Conjura de los idiotas, tambien conocida como el grupo de los Vulcanos, que, con toda probabilidad le hubiera aupado a la presidencia. Pero eso es otra historia, o mas bien la historia de otro tipo.

La jueves que viene, si el gobierno americano no lo evita de nuevo con su "rayo de la muerte", seguiremos con la apasionante vida de Richard Holdem, el hombre que pudo ser la primera presidenta negra de los Estados Unidos de America.


(1) Discurso en Los Angeles, 13 Enero 1931. Para leer una cronica del mismo pulsen aqui.

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